sábado, 7 de abril de 2012

AMIGOS Y REGALOS

Alguien que me quiere bien me ha regalado esto por mi cumpleaños...

Mi par de intentos previos se quedaron atrapados en un vértigo que aún no alcanzo a descifrar. Comparto con facilidad intimidades y devaneos varios. No sé donde está el motivo por el que me detengo ante el hecho concreto de escribir un blog.

Cuando escribo, siempre lo hago hablándole a alguien, y tengo la sensación de que al hacerlo aquí, es probable que nadie me escuche, si yo no le invito a que lo haga y es una invitación menos sutil y menos acompañada que la que ofrece un mail en un buzón particular...

Cuando hace veinte años llegué a este país le grababa cintas a mis amigos para contarles todo lo que estaba viviendo. Al mismo tiempo fui la primera de ellos que uso el email, por la necesidad y el placer de encontrarme de alguna manera con un hombre del que me había enamorado, como casi siempre a destiempo. Un hombre que se fue de mi vida hace veinte años pero que sigue estando en mi lista de amigos de eso que ahora nos permite vernos: el facebook...

Esos mismos amigos a los que hace veinte años grababa cintas de cassette me preguntan hoy si tengo algún teléfono de ultima generación. Quieren que hablemos de forma simultanea e inmediata  desde los tres países que hoy nos acogen. Por ahora no lo necesito. La inmediatez es algo que he aprendido a ir desechando de mis necesidades . Ellos están en ello. Ellos son mi pandilla de los quince. La del colegio.

Hace unos días me escribía otra amiga, nos escribía. Anda preocupada por algo que le sucede a su hija. Pedía opiniones a las cuatro mujeres que, desde tres países distintos, desde tres visiones muy distintas de la maternidad, podíamos decirle algo desde la psicología. Y ayer, otra de ellas recordaba nuestros viajes de soltería e independencia. Los mares que nos acogieron cuando todo era un derroche de vida. Hace muchos años que no estamos juntas físicamente, casi veinte. La vida en distintos momentos nos ha juntado a pares y esos encuentros han sido hermosos. Como hermosa e intensa fue la vida compartida. Son mi pandilla de los veinte. La de la Universidad.

Su dispersión por el mundo mitiga mi añoranza por Venezuela. Allí sólo están parte de mis afectos. Para estar con el resto tendría que viajar buena parte de América Latina y de Europa. Elegí ser inmigrante sin conciencia de ello. En todos los lugares siempre he tenido afectos que han hecho menos dolorosa la ausencia de los que dejaba. Gracias José por cuidarme el alma...ya veremos de qué es este blog, o de quien...porque lo de Iruene  "Dios maligno con forma de enorme perro lanudo" en la Mitología Guanche, me lo voy a pensar...

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