lunes, 31 de diciembre de 2012

EN TRANSITO...

Nos despedimos de un tiempo intenso... dicen que entramos en otro que también lo será. Esperemos que en cualidad distintos y que, en todos los casos, nos suponga aprendizajes en positivo. 

Me acuna el lugar de siempre, rodeada de mis certezas y de las cosas que me unen y diferencian de ellos.

He tenido una familia y cada día soy más conciente de la suerte que he tenido con ello. Tengo más de cuatro decadas a los hombros, mi padres casi el doble. Mi hermano menor, el único, ese extraño del que formo parte sólo por el contraste que nos une. Ambos, el sol y la luna, igualmente importantes para que el mundo gire y orden familiar se mantenga. Nuestros hijos en blanco y negro, en femenino y en masculino, en el amor y desamor que han supuesto, en lo demasiado y en lo poco que se sienten, en la algarabia que nos regalan, en el corazón que tienen, en la trascendencia que nos dan.

Me acuna esta tierra que no es mia pero se parece a la que sí lo es pero no puede cobijarme. 

Tengo una familia. Tengo salud, trabajo y amor. Me faltan cosas sí pero tengo las más importantes.



Bienvenido seas Año Nuevo.

Gracias Año Viejo, gracias a todos los finales de año que tanta felicidad me han dado. Bailando o durmiendo. Amaneciendo, acompañada; con chocolate y pan dulce. O acostada sola en una casa ajena. A ver qué toca esta vez.

Estoy viva y estoy bien.

En esencia, estoy agradecida. Pero quiero más, eso también.

Manos a la obra.

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