jueves, 24 de abril de 2014

MATERNIDADES

Ayer me decía H. "Mamá, quiero ir a una boda".

"Ya has ido" le dije. Pensó y me dijo, sí, a tres.

Y entonces pensé en esas mujeres que se casaron. S. y C. compañeras de vida y de viajes. Amigas. Estrenadas este último año como madres. Sí, finalmente la pandilla se anima a procrear.

De ambas, con pocas semanas de diferencia escuche la misma frase: "No sabes cuántas veces he pensado en ti" (desde que son madres). Dicen, que aunque siempre supieron de la valentía que suponía mi maternidad, ahora logran dimensionar mejor los esfuerzos que puede haberme supuesto. Y yo las escucho y sonrío, pero al mismo tiempo me dan ganas de llorar. Porque sí, lo volvería hacer sin dudas, que digo dudas, lo volvería a hacer con mas certezas de las que tuve, pero eso no le quita ni un ápice al esfuerzo que me ha supuesto. Que me supone. Y a veces estoy muy cansada. Otras, es que simplemente no tengo oxigeno y me quedo sin aire. Nada que no curen unas horas de sueño y de silencio. Yo, como el ave fénix.

Elegí libre y concientemente, después de pensarlo mucho. Elegí responsablemente, conmigo, con mis circunstancias.  Y ese siempre ha sido el argumento más contundente.

Lo que me emociona de la situación, es que me siento más comprendida, ahora. Porque antes, pensaban e imaginaban, y ahora sienten en propia piel. La maternidad redimensiona cosas y obliga a conjugar la revolución emocional que supone, en amor, responsabilidad y trascendencia; con la realidad que impone la gestión de la vida cotidiana, en horarios laborales, derechos laborales, la vida en pareja o la monoparentalidad, los servicios de apoyo a la conciliación, el sistema sanitario, el sistema educativo, las ayudas sociales y pare usted de contar...la gestión del día a día, día si y otro también, con alguien que depende de ti. Es complicado y  sin apoyos (y a veces hasta con ellos) requiere de tu calma y tu serenidad.

Cuando parecía que la opción era "sin compañero" yo elegí no embarazarme para ser madre porque aunque imagino un vínculo mágico, no estoy segura de haber podido soportar sola todos los cambios físicos y hormonales que supone un embarazo, el parto, los primeros meses, por muchos apoyos temporales que hubiera tenido. 


Celebro que H. haya llegado a mi vida "mayor" si puede llamarse mayor a una niña que no ha cumplido los tres años. La he celebrado cada día al acostarme y cada día al amanecer y ver que seguía a mi lado...pero eso no quita los días difíciles, que años después siguen existiendo para convencerme de que no acabarán nunca. Y no está en ellos sino en su contraste, en los muchos días maravillosos que me he permitido vivir, donde está la exacta dimensión de mi valentía...

Pero S. y C. me han hecho recordar unas líneas que escribí tras un par de semanas de convivencia y que hoy rescato en honor a los días duros...porque existen pero como todos, pasan...

Parte de guerra, veinte días después (escrito a dos o tres amigos lo suficientemente cercanos de corazón para entenderme sin entrar en pánico y lo suficientemente lejanos en distancia, como para pensarse lo de presentarse en la puerta de casa)...


...estoy agotada de no estar sola....no me queda nada que aprender 

...H. sabe que puede llorar con todo lo que represente un "no". Y eso es agotador...sobretodo cuando en seis de cada diez rabietas, molesta con mis decisiones H. decide repetir en todo agudo y por todo el tiempo que haga falta la vocal "a", a juegos de diferentes intensidades "aaaaaaaaaaaa". El otro día estuvo como media hora "taladrándome el oído" y en este caso sólo pretende demostrar que la que manda es ella y que, o le hago caso, o va a torturarme. Esto se hace día tras día y cotidianamente bastante duro. Avanzo en saber regularlas, que para eso estamos aquí, pero a veces creo que moriré en el intento...

...como es tan maravillosa, allí por donde pasa va repartiendo besos, todos quedan fascinados y la complacen en cuanto pide. Conclusión: debe pensar que le ha tocado la peor madre del mundo que es la única que no complace siempre sus deseos.

...acto seguido se va con todos menos conmigo y a mi se me arruga el corazón. Se que me quiere, pero lo sé y a veces quiero sentirlo. 

...todo el mundo quiere conocerla y hemos quedado todos los días con alguien lo cuál agrava todo lo anterior. Comenzaré un período de abstinencia porque si no voy/vamos a colapsar.

...hoy la he llevado al pediatra, para la exploración se ha puesto HISTÉRICA simplemente con que le quitara la ropa. Insisto HISTÉRICA...debía sentir que la queríamos matar: se revolcaba y retorcía como nunca y no sabéis cuánta fuerza tiene. Éramos cuatro y casi no podemos. Le ha salido hasta espuma por la boca y los gritos se deben haber oído en la Plaza Mayor. Me ha arañado todo lo que ha querido e incluso ha intentado por unos minutos morderme (de haberlo logrado me hubiera arrancado un trozo de carne seguro). Ha sido horrible, para ella y para mí.

...me han salido unas ronchas horribles en la cara, brazo y pecho. Fui al medico pero con el tratamiento no han remitido (y el médico tenía cara de preocupación), hoy me ha dicho que puede ser otra cosa y me ha mandado otro tratamiento a ver qué tal. Suena horrible y se que costará erradicar lo que sea, así que entre lo que me pican -por suerte a intervalos- y lo que significan -a nivel de estética- tengo mis fortalezas algo disminuidas.

...además de toda la gente que quiere ver a H., la otra mitad de la humanidad y la familia (duplicada en intensidad) quiere "saber de H." así que me llaman. Ella odia que me llamen al menos la mitad de las personas porque eso significa que no la miro y entonces siempre se pone a hablarme-gritarme y si la ignoro le da una rabieta en la que grita más (desquiciante...) 

...le encanta "ir de paseo" pero no le gusta caminar, con lo cuál hasta ayer, porque a partir de hoy he hecho huelga, quiere que la cargue!!! Pesa 14 kilos, de allí la huelga.

...ya lo sabía, muchas madres adoptivas hablan de eso, pero una cosa es saberlo y otra vivirlo. Es evidente que no es mi hija biológica y por lo tanto cualquier persona se siente en el derecho de preguntar por tu intimidad: En sólo una semana he tenido que oír "pobrecita" muchas veces, ¿Qué le pasó a sus padres?, ¿De donde es?, ¿Hace cuanto que está aquí?, ¿Te habrá costado mucho?... y esta partecita no hace más que empezar...

Creo que no tengo nada más de lo que quejarme...de resto sigo convencida de estar en el lugar correcto. Cuando inicie este proceso mi vida cambió y yo comencé a irradiar felicidad, era una apuesta arriesgada pero la necesitaba. 

Hoy, muchos años después, con muchos partes de guerra a cuesta, con ella, con la sociedad, con los horarios laborales y la tan cacareada conciliación, sigo afirmando que tomé la decisión correcta.
Nadie dijo que sería fácil, yo tampoco pude imaginar cuánto iba a ser de mejor.


H., gracias por hacerme vivir, en los días buenos y en los malos. Y gracias también, por enseñarme a aprender, en los días malos, porque a todos ellos siguió un día que fue mejor.

Y gracias S. y C. porque siempre he sabido que estabais allí. 



viernes, 18 de abril de 2014

SE VAN...

Ha muerto Gabriel García Márquez. Llevo días pensando en su muerte que solo ayer se ha concretado. Que empeño tenemos ultimamente en esta crónica de muertes anunciadas!!!. 

He estado preguntándome cuál es el sentido. Hablar y seguir hablando de que pronto nos dejaran aquellos que amamos o admiramos, es como si al anunciar lo que nos causará dolor, quisiéramos mitigarlo, prepararnos mejor, que no nos pille la muerte por sorpresa...

Como si así lográramos exorcizar nuestros fantasmas.

Estarán de fiesta otra vez en el cielo dicen los que creen en él, yo pienso en múltiples alternativas, incluida esa. Todas buenas, así de sencillo es mi vinculo con la muerte. Un no lo sé que hay. Y un, como siempre en lo desconocido y novedoso, el valor en sí mismo, sin que eso signifique que se le desea.

A mi me inquietan más los supervivientes, esas viudas, esos hijos e hijas, esos hermanos y hermanas  de sangre y de vida que hoy tienen que aprender a vivir con su ausencia, con su nostalgia, con la consciencia de que ya no será más, aquí y de esta manera...

Es colombiano, se parece fisicamente a mi padre, me hechizó con sus palabras. Lo recuerdo como mi primer amor literario, ese que nunca se olvida, ese que nos hizo explorar, descubrir, tranochar y saborear,...Siempre me pregunto ante una muerte cómo hacer del duelo y del luto algo útil. Caeremos en el tópico de releer sus libros como quien revisa emocionado un álbum familiar tras la muerte de un ser querido. Y lo disfrutaremos otra vez, incluso más...

Hoy con su muerte pensé que me estaba haciendo mayor.  He sido consciente de que se está muriendo gente irremplazable (siempre ha sido así) pero estos y estas, que se están muriendo ahora, que se mestán muriendo, han sido mios en vida, desde su plenitud vital y mientras yo iba creciendo. Ellos y ellas han sido en vida, compañeros y compañeras de viaje, personas que se inspiraban y escribían a la par de mis lecturas, que componían a la par de las horas en las que yo les escuchaba, que grababan sus discos a la par de mi escucha, mis bailes, mis aplausos. Gente grande que hacia conciertos en los que yo participé como público, a los que aplaudí, grité, recomendé y alabé. Les he visto hacerse mayores, como a mis padres y me han hecho tan feliz., que estoy en deuda con ellos y les echo de menos sí. Como no puedes echar de menos a alguien que aunque maravilloso te ha sido desconocido en vida.
 
Intentaremos, por respeto, serte fieles, seguir allí y hacer por no echarte de menos, sino más bien por sentirte de más. 

Aquí, con nosotros, haciendo honor a tu sabiduría. Como bien decias, manteniendote vivo porque "...es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites" 

Adiós maestro...




martes, 1 de abril de 2014

TENGO...

Desde hace unas horas, 47 años...

Tengo una hija preciosa, noble, intensa, que me recuerda, como cada amanecer y cada vez que se me olvida, que estoy viva...

Tengo unos padres inmensos, de cuya entrega y amor incondicional, soy cada día más consciente...

Tengo una familia magnifica, que me hace sentir segura y cobijada, aunque siempre estoy a muchos kilómetros...Mención honorífica a esos cuatro sobrinos a los que amo con locura y cuyo afecto y amor siento a pesar del poco roce.

Tengo un hermano de otro planeta (lo mismo dirá el de mí) que me da siempre un motivo para defenderle. Tengo una cuñada, que lo salvó del miedo y nunca se lo agradeceré lo suficiente.

Tengo amistades inquebrantables a las que me une un vínculo que ha soportado el paso de los años y la ausencia impuesta por la distancia. Y eso emociona.

Tengo buenos amigos y gente cercana que hacen mi día a día más sencillo, más amable, más fácil, y sin duda alguna, mejor.

Tengo varios ahijados, co-madres y con-padres que me ayudan a creer en el futuro

Y tengo un gran numero de conocidos y queridos, desperdigados por medio mundo, que me han ayudado siempre a que mi horizonte geográfico y emocional fuera más amplio.
 
Tengo una casa que es mi hogar, en la que me siento a gusto y cuya hipoteca aún no me quita el sueño. Pero también he tenido muchas otras casas que me han acogido por distintas razones y a las que siempre apetece volver...


Tuve el coste pero también la fortuna, de haber vivido en muchos sitios y de haber aprendido a relativizar algunas certezas identitarias que me acercan a la idea de las "pertenencias" múltiples a pesar de tu identidad. Gracias Amin Maalouf por explicarlo de forma tan sencilla.

Tengo la suerte de tener al menos un gran amor y, en general, buenos recuerdos de aquellos a quienes amé. Tengo ganas de enamorarme. Sí, otra vez. Que no se aprende.

Tengo un trabajo, con lo cual parece que formo parte de un sector casi privilegiado de la sociedad. 

Tengo un trabajo que me ayuda a sentirme útil para otros y eso, al final del día, ayuda.

Tengo salud. Una salud de hierro. Y mi hija la ha heredado. Tenemos suerte.


Tengo la capacidad de percibir, reflexionar, razonar, decidir, optar...

Tengo un corazón que es sensible y fuerte (siempre)... y lúcido (pero eso sólo a veces)... Tengo la suerte de que me guste que sea así.

Tengo memoria...y una especial debilidad por las listas.

Y hoy, cargada de lluvia, tengo la necesidad de recordar-me*, todo lo que me hace grande...porque últimamente, a ratos, me siento chiquita.

...



* Recordar: Volver a pasar por el corazón